jueves, 7 de febrero de 2008

PROGRAMA DE PREVENCION Y CONTROL DE ENFERMEDADES CEREBROVASCULARES

En la siguientes publicaciones trataremos los estrategias establecidas segun los diferentes niveles de atención.

Atención primaria
Incrementar la pesquisa activa de la enfermedad, a partir de los pacientes dispensarizados como grupos de riesgo.
Brindar educación sanitaria a pacientes y familiares, para desarrollar en ellos adecuados hábitos y habilidades terapéuticas con el objetivo de prevenir o disminuir las discapacidades.
Desarrollar actividades de prevención y promoción de Salud, con el objetivo de modificar hábitos como: dieta inadecuada, hipercolesterolemia, obesidad, tabaquismo, alcohol, sedentarismo y estrés.
Identificar pacientes de alto riesgo de ECV isquémica, con posibilidades de prevención, mediante la auscultación de un soplo carotídeo cervical asintomática.
Pesquisar pacientes con síntomas premonitorio o de "aviso", más importante de la HSA (cefalea centinela o warning leak), para la realización de un diagnóstico precoz y remisión oportuna.
Interconsultar con el grupo básico de trabajo (GBT), y/o el neurológo, los pacientes que lo requieran por no lograr su control terapéutico, para evitar las complicaciones y discapacidades.
Identificar los pacientes con ATI para su correcta evaluación y tratamiento.
Brindar la rehabilitación adecuada según tipo de AVE.
Brindar la información necesaria al sistema de vigilancia epidemiológica de estas enfermedades.
Actuar, el médico y la enfermera de la familia, sobre los factores de riesgo de las úlceras por presión.
Analizar mensualmente los fallecidos por ACV y su correlación con la calidad de la atención. Las acciones de enfermería son vitales en la atención del paciente y familiares con ECV:
La orientación de los aspectos higiénicos y epidemiológicos en el hogar.
Instrucción a pacientes y familiares sobre los FR que afectan a la salud del individuo, ocasionando enfermedades neurológicas que sólo son prevenibles cuando se producen cambios en el estilo de vida y se evitan conductas de alto riesgo.
Control de pacientes con afecciones neurológicas para su seguimiento sistemático.
Chequeo periódico de la presión arterial.
Vigilancia estricta de los FR modificaciones como el hábito de fumar, el alcoholismo, la obesidad, el sedentarismo, el estrés y otros hábitos no saludables.
Orientar como debe ser la dieta hiposódica e hipograsa.
Orientar sobre el ejercicio físico, tratamiento farmacológico y la rehabilitación cuando el paciente lo requiere.
En caso de ingreso domiciliario realizar el proceso de atención de enfermería (PAE).
Control de la rehabilitación.

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